Las relaciones entre fabricantes de vehículos y distribuidores, agentes y servicios oficiales siempre han estado desequilibradas, siendo los concesionarios, agentes oficiales y talleres autorizados la parte más débil de esta relación contractual. Algunas marcas ya han comenzado las reestructuración de sus redes, profundizando en ese desequilibrio, sin esperar a que la Comisión Europea actualice el actual marco legal, algo que está previsto, en lo relativo a la venta, para la próxima primavera. Para la posventa habrá que esperar a 2023. “En este contexto, es fundamental la reflexión que nos propone el II Congreso Online de Fagenauto en torno al impacto que sobre los agentes y servicios oficiales puede tener un cambio generalizado del modelo de distribución por parte de las marcas”, señala José Daniel González, presidente de la Asociación Nacional de Servicios Oficiales Peugeot (ASOAP). “Es importantísimo hacer un buen diagnóstico de la situación para poder maximizar la negociación con las marcas y defender los intereses del colectivo y de cada una de las empresas que lo integran en Bruselas”. 

Los agentes y servicios oficiales se encuentran en un momento decisivo. A los efectos económicos de la crisis generada por la pandemia y el impacto de la revolución tecnológica en la que nos hayamos inmersos (incluyendo fenómenos como la digitalización o todos los relativos a la nueva movilidad: desde las tecnologías de propulsión alternativas a la gasolina y el diesel a la conectividad, la automatización y las nuevas formas de movilidad), se suman las decisiones de algunas marcas de reestructurar sus redes antes de que la Comisión Europea resuelva, el próximo mes de mayo, si el sector sigue regulado por el Reglamento 330/2010 o requiere de una normativa específica. Con el vigente reglamento, comenta José Daniel González, “concesionarios, agentes oficiales y talleres autorizados ya no cuentan con la protección que otorgaba el art. 3 del anterior Reglamento 1400/2002 en cuanto a motivación para cancelar; libertad de transferencia del negocio a un miembro de la red; posibilidad de acudir a un tercero experto en caso de disputa, etc.”

En la práctica, añade el presidente de ASOAP, “la realidad muestra que los constructores imponen unilateralmente a distribuidores y agentes los objetivos de venta; la remuneración se basa mayoritariamente en criterios variables; y se exigen inversiones muy importantes mientras que el riesgo que se asume no va acompañado de una rentabilidad adecuada ni de un entorno seguro y estable”. Como resultado de todo ello, “la relación entre fabricantes y empresas de sus redes está más desequilibrada que nunca y, por la vía de los hechos, aumenta cada vez más la dependencia económica de los segundos sobre los primeros.” 

“De todo ello vamos a hablar, con ponentes europeos y españoles de primer nivel, el próximo día 20 de enero en el II Congreso Online de Fagenauto. No podéis faltar”. 

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